Odio que me digan que todo esta bien, que la gente llore aunque tenga excusa, que tu mirada no diga nada, que México este de la mierda, que la gente se frustre por amor, que mi familia no sea eterna, que las promesas se rompan con facilidad, que se le haga nata a las bebidas calientes...
Odio tu ausencia y no haberme dado cuenta de que te fuiste.
Amo que sigas aquí y vueles como colibrí.
Odio tu ausencia y no haberme dado cuenta de que te fuiste.
Amo que sigas aquí y vueles como colibrí.
Yo sé que ya nada de esto te importa, pero antes de irme, quisiera cerrar este circulo en mi vida. Me hubiera gustado que pudieras perdonarme por todo lo que te hice pasar, por todas las cosas en las que te fallé y tanto tiempo que te hice desperdiciar para nada. Yo no soy de los que olviden promesas pero, entiendo lo cansado que debe ser pelear contra un fantasma perdido que no puedes ni quieres ver más. No quiero despedirme, aún duele; me conformo con que sepas que me voy y por fin dejarte esa paz que tanto anhelaste desde que me conociste. Creeme que me costó entender que no te volveré a ver pero de todo corazón, deseo que tengas mucho exito en tu vida y algún día poder sentirme orgulloso de todos tus logros. No es que esté huyendo (prometí no hacerlo), solo que mi camino giró inesperadamente y hago lo que creo que es mejor para ti y para tu entorno.
ResponderEliminarGracias por todo, de verdad, nunca lo cambiaré de lugar.
No dejarás de ser la dueña de todas esas horas.
Cuidate mucho si? Hasta siempre.