Fede

No sé si aún me lees, creo que no es el mejor momento (te leí en voz alta y llore, creo que nunca he sido fuerte; creo que como hijos siempre nos sentimos así) pero necesito escribirlo antes de que se vaya, esto es para ti.
Esta semana santa salí de vacaciones, fueron planeadas desde hacía ya un tiempo pero no les había dado importancia, se acercaba la fecha y como que no me daban ganas de ir, estando allá supe el porqué...
Mi destino fue San Luis Potosí, me ponía de nervios pensar en la posibilidad de toparme contigo o de reconocerte a lo lejos; me puse a recordar muchas cosas e intente recordar todo lo que platicabas, intente reconocer algún lugar y te imagine paseando por todos lados, imagine tu vida ahí y aunque sabía que la posibilidad de toparte era casi nula por tu constante movilidad todos los días miraba a todos lados.
Fuimos a Real de Catorce y todo lo que veía por la ventana durante el trayecto eran tus fotos, te imagine recorriendo todo y comprando cosas. Eres un aventurero, solitario, creo que siempre te ha gustado conducir y recorrer tanto por que así te encuentras a ti mismo o eso es lo que siempre he pensado.
Me gustó tu ciudad, y pensar en una visita guiada.
Bueno el punto de esto es que por fin me soltaré (pues aun te leo con frecuencia, siempre me gustará como escribes), lamento mucho por lo que te hice pasar pues tú nunca tuviste la culpa, siempre diste lo mejor de ti y era un chingo aunque no creyeras que era suficiente, siempre me extraño tu gran fe y creo que durante mi estancia lo entendí también lo religioso jaja. Yo siempre tuve miedo de todo, de la diferencia de edades, de tus ganas, de tu ritmo, de lo que los demás pensaran (sobre todo mis padres) y de la distancia y lo siento mucho de verdad, era una niña (creo que aún lo soy); pero creo que todo pasa por algo, no sé tu situación pero espero que sea formidable en todos los aspectos sobre todo en el amor, siempre has tenido tanto que dar y ganas de recibir aunque sea poquito, y aún con la perdida reciente.

No fuiste un tropiezo, no te borraré y me dio un gusto enorme conocerte. Un saludo, un abrazo, un adiós y un buen viaje.